Creación de las redes sociales y el comercio electrónico

Google ya había hecho una apuesta importante tras presentar Chrome en 2008. Instagram entró en el espacio de las redes sociales dos años más tarde, pero era accesible exclusivamente en iOS. Tras su lanzamiento en 2010, Pinterest se había convertido en la red con mayor crecimiento de usuarios. Plataformas y conceptos de negocio que antes eran desconocidos para la sociedad, pero que desde entonces han demostrado ser extremadamente exitosos y rápidos a la hora de alterar nuestros patrones de comportamiento.

No es de extrañar que las redes sociales se hayan convertido en un recurso valioso. Una de las últimas en lanzarse fue Twitter en 2006, el mismo año en que Google compró YouTube. Un año después, la empresa de Mark Zuckerberg empezó a tomar forma como los más de 2,500 millones de usuarios que tiene en la actualidad. TikTok, que ha ganado una importante tracción en este sector desde la última red social en hacerlo, sobre todo durante el encierro que tuvimos hace meses, lo ha hecho bien.

El ritmo al que se está extendiendo Internet es absolutamente asombroso; del año pasado a éste, hubo 298 millones más de usuarios activos. Tampoco es inesperado que el comercio se haya trasladado a Internet, dado el gran número de individuos en un mismo lugar. El comercio electrónico fue factible en parte gracias a la invención del iPhone original de Apple, que hizo posible que los dispositivos móviles accedieran a Internet. Desde sus humildes comienzos como librería electrónica en el garaje de Jeff Bezos en 1997, Amazon se ha convertido en uno de los nombres más influyentes del comercio electrónico. Alrededor del año 2000, al otro lado del Atlántico, se fundó Alibaba. Alibaba destaca por su importancia en el imperio asiático y ha crecido hasta convertirse en uno de los mayores conglomerados de empresas, incluida AliExpress.

El futuro de Internet

Sin mencionar el coronavirus, que trajo consigo una rigurosa restricción en nuestra nación, este hecho ha incrementado aún más el uso de los paquetes de Internet, y el comercio electrónico se ha beneficiado enormemente del crecimiento de la industria digital. De este modo, los hábitos de compra digital han pasado de ser un privilegio para unos pocos elegidos al punto en que todos los residentes tienen acceso a una amplia gama de artículos, incluidos los de cuidado personal, moda, joyería y artículos de lujo.

Dada la rapidez con la que se desarrollan las cosas, es esencialmente imposible prever dónde acabarán todos estos inventos. Es seguro que la inversión tecnológica en las telecomunicaciones continuará, incluyendo la tv e internet por fibra óptica, y a la industria digital le esperan muchos más sobresaltos en el futuro.